sábado, 30 de agosto de 2014

Gerontofobia

Pasan los días desde que cumplí la mayoría de edad. 
Mucha gente me decía que todo iba a ser lo mismo, que no entendían esas ansias mías por ser mayor de edad. Yo lo veía como un salto hacia la libertad con mi nueva circunstancia legal en la nación española, como si las normas que mis padres me llevan imponiendo durante toda mi vida, de repente fuesen a variar de algún modo adaptándose a mi condición de adulto o semi-adulto. Ahora que pasan los días veo ese salto hacia la libertad como un salto al vacío: las normas siguen siendo las mismas, pero las obligaciones han cambiado. Busca un trabajo, gestiona tu dinero de una manera prudencial, sácate el carnet de conducir... Pero no es de eso sobre lo que vengo a hablar hoy.
Hará en unas semanas el aniversario de la muerte de mi abuela Encarna, quedando mi abuelo como el único padre de mis progenitores en vida. Me ha dado por pensar en qué pasará cuando él me falte, cuando mis padres sean los únicos que tenga sobre mí en mi imaginario árbol genealógico, cuando ellos se conviertan en los abuelos que mis hijos o los de mi hermana echen de menos cuando mis padres mueran, y me he dado cuenta de la gran magnitud del paso del tiempo, que nos deja cada vez más solos. 
Pondré un ejemplo para intentar explicar mis pensamientos: estoy en una piscina enorme, llevo una pequeña parte de la vida, y de la que me queda por vivir, nadando. Persiguiendo a mis padres y a mis abuelos, que nadan hacia las escaleras para salir del agua.
Mi abuelo Alonso salió del agua.
Mi abuela María salió del agua.
Mi abuela Encarna salió del agua.
Mientras, mi abuelo Francisco sigue nadando y mis padres tras él. 
Llegará el día en el que salgan de la piscina y yo me quede nadando a la par de mi hermana, sin nadie delante que me pueda enseñar el camino para llegar a las escaleras sin ahogarme antes.
Llegará el día en el que alguien me siga a mí mientras nado y, sinceramente, tengo miedo de que mis indicaciones guíen a alguien por la dirección equivocada.
Tengo miedo de no ser capaz de llegar a las escaleras, de desistir a medio camino, de caer en el olvido. 
Tengo miedo de hacerme mayor, de madurar, de ser alguien y creer que no soy nadie.

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