lunes, 25 de agosto de 2014

¿Y si apagamos las luces y jugamos a buscarnos?
A buscarnos en la oscuridad de tus ojos marrones, a fundir nuestra mirada frente a frente en un abrazo que nos haga ser uno solo.
Imploremos a la noche un soplo de aire fresco que avive nuestros fuegos internos... Ardamos juntos a la luz de la luna, y cuando esta, celosa de nuestro amor, se marche y venga el sol, huiremos juntos persiguiéndola hacia el horizonte.
¡Que se muera la eterna luna que no encontró el amor! Que el cielo no es suyo, ni del sol, que nos pertenece a nosotros dos.

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