domingo, 15 de marzo de 2015

Bendita elocuencia,
que nos llevó a iluminar habitaciones con nuestros incandescentes cuerpos.
Si quiero un futuro
toca olvidar el pasado.
Toca remar.
Toca dedicarte escritos
y nunca más besos…
Confiaba en susurrarte al oído más días
que siempre serás mi mongolo favorito.
Ojalá el error lo hubiese cometido yo.
Ojalá pudiese ir detrás.
Arrastrarme más aún si cabe
esperando algo de ti,
y no de mí,
como hago ahora.
He perdido mi orgullo.
Ayúdame a buscarlo,
o devuélvemelo de una vez…

No hay comentarios:

Publicar un comentario