Capítulo 9
Esa noche sus padres no podían venir a cenar y estábamos
solos, Bree llamó hace cosa de una hora diciendo que se quedaba a dormir en
casa de una amiga. Creo que la hemos traumatizado seriamente, ya ni quiere
volver a su casa. Mejor para mí.
-Quiero que te quedes en la habitación y no salgas hasta que
yo te avise, ¿vale? –Le digo a Thomas.
-¿Por qué? ¿Qué vas a hacer?
-Es una sorpresa, confía en mí.
Salgo por su casa y voy directo a la cocina a ver con qué
material puedo trabajar esta noche. Abro la nevera y esta llena de comida, saco
unos trozos de carne y del armario de arriba cojo un sobre de salsa a la
pimienta. Cocino la carne en un punto en el que no esta ni muy hecha y muy cruda
y le vierto la salsa que había hecho unos minutos antes por encima para que se
siga cocinando en la sartén. Voy al salón y quito las cosas que hay encima de
la mesa, pongo un mantel, dos copas y unos cubiertos. Velas, ¿dónde hay velas?
Las busco por la casa pero no veo ninguna. Echo en un par de platos la comida y
corro a su habitación a llamarle.
-Ya puedes venir. –Digo sonriente.
-¿Ya? De acuerdo…
Andamos juntos hacia el salón y me quedo apoyado en el
umbral de la puerta viendo la cara de Thomas.
-¿Y esa luz?
-Es que no se dónde tenéis las velas así que he puesto la
linterna del móvil… Pero sigue siendo romántico, ¿no?
-Por supuesto que si, vaya… No me lo esperaba. –Dice Tom y
se marcha. Al rato vuelve con un paquete de velas.
-¿Dónde estaban?
-En el cajón de la entrada. –Dice poniéndolas contra mi
pecho y besándome.
-Vamos a cenar ya que si no se enfría la comida.
Encendemos las velas y nos sentamos a cenar el uno al lado
del otro.
-Vaya, está buenísimo, además de guapo sabes cocinar.
-Si vamos, precioso… No sé tú, pero yo con las velas no veo
una mierda…
-Yo tampoco veo mucho, pero me daba cosa decir algo por
joder el momento romántico. –Ambos nos echamos a reír. Tom trae la lámpara de
árbol de su habitación y terminamos de cenar a la luz del árbol.
-Hay que fregar los platos y eso, ¿me ayudas?
-Déjame a mí, tú ya has hecho la cena.
-Vale, te espero en tu habitación. –Le digo y cuando se gira
para ir a fregar los platos le toco el culo y salgo corriendo. Él se ríe.
Vamos a ver, tengo la habitación para mí solo
aproximadamente diez minutos… Ya sé, voy a prepararle algo. Cojo todos los
peluches de su cuarto y los pongo sobre la cama. Me quito la ropa y me quedo en
slips dejando el resto de la ropa fuera para que él la vea antes de entrar apago
la luz y me rodeo entero de peluches lo mejor que puedo, colocando uno de los
peluches de corazón justo en mi cara. Tarda mucho en venir y yo me relajo tanto
que me quedo dormido apenas en unos minutos. Thomas me despierta, lleva mi ropa
en las manos.
-Me encanta la sorpresa, de veras, pero tienes que vestirte,
tus padres están aquí.
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